Recientemente tradujimos datos para entrenar un chatbot de IA. El cliente era una agencia de publicidad, que a su vez era contratada por el servicio de venta de entradas. En total, el proyecto implementó 4500 escenarios de preguntas y respuestas para los usuarios del sitio.
Para cada escenario, nuestros lingüistas tuvieron que idear entre 15 y 20 formas de hacer la misma pregunta, utilizando diferentes etiquetas y
palabras clave y sin repetir frases. La información inicial fue la
respuesta a estas posibles preguntas.
Los chatbots que utilizan
aprendizaje automático deben recibir una gran cantidad de datos de entrenamiento. Debe escribir cientos o incluso miles de declaraciones que reflejen lo que su usuario objetivo podría preguntarle al
chatbot y cómo podría preguntarlo.
De hecho, muchas de las agencias de traducción más grandes del mundo ya están promoviendo servicios de aprendizaje automático. La industria de la inteligencia artificial no hará más que crecer, y la demanda de datos para entrenar chatbots es otro ejemplo de cómo la
tecnología está creando nuevas oportunidades para los traductores.