El récord en generar problemas de este tipo, como es fácil de imaginar, lo poseen nuestros amigos chinos. Cuando se trata de aparatos domésticos, entender los enredos extraños del idioma chino no resulta difícil, pero surge un nivel completamente diferente de dificultad cuando se trata de laminadores o plataformas de perforación, es decir, maquinaria compleja. Afortunadamente, los chinos ya no se aventuran a traducir esta documentación al ruso por su cuenta, sin embargo, suministran productos con textos en inglés. Nosotros llamamos a este idioma "chino- inglés".
Además, los dialectos chinos son tan numerosos que algunos de ellos: el shanghainés, el guangdong (cantonés) se diferencian totalmente de los dialectos del norte.
Además del chino, existen bastantes problemas con otros idiomas. Recibimos textos para su revisión y edición, que son una traducción automática. Habitualmente esto es el resultado de la ingenuidad del cliente, que de este modo quiere ahorrar dinero en la traducción. A veces, el texto suele estar escrito bastante bien, pero su contenido es pobre.
La actividad de la agencia de traducción es una especie de pantalla que muestra el contenido de la actividad económica de los ciudadanos (por lo menos en lo que respecta a la comunicación internacional), por lo que un cierto porcentaje de torpeza es inevitable.
Es preocupante que en los últimos años este porcentaje sigue creciendo. Por otra parte, este tipo de cosas a veces suelen amenizar los días de trabajo, llenos de inyectores, palieres, distribuidores y vocabulario similar.